Una de las causas primarias para que nuestras plantitas crezcan saludables es la luz. Cuando no reciben lo suficiente o permanecen en la sombra, ellas se convierten en suculentas etioladas, o sea, empiezan a estirarse y se llegan a deformar hasta llegar a obtener iluminación. Suculentas etioladas
Las plantas que tenemos en nuestros hogares y centros de trabajo, la mayoría de veces las vemos meramente como decoración del lugar o para dar belleza y calidez a un sitio. Lo cierto es que esto no es así, estas pueden ser muy sensibles al lugar en donde se encuentran o las condiciones en las que viven.
¿Cómo sabemos si nuestra suculenta se ha etiolado?
Para identificar si tu suculenta se ha etiolado, verifica e identifica las siguientes características:
- Las hojas al final del tallo señalan hacia abajo.
- El tallo se encuentra estirado y las hojas muy separadas, la una de la otra.
- La suculenta se deforma y se debillita.
- La suculenta está inclinada tratando de buscar la luz.
Si logramos detectar a tiempo el problema, lograremos corregir el daño en nuestra planta. Debemos dar una muy buena iluminación, pero si el tallo ya está estirado, por más que la cambiemos de posición y demos una mejor iluminación, no habrá corrección del daño.
Salvemos nuestra suculenta de la etiolación
Para dar solución a la etiolación y aunque sintamos un poco de temor, es necesario decapitar a nuestra suculenta, esto es radical, lo sabemos, pero es una forma efectiva de corregir la etiolación en nuestra plantita y que vuelva a crecer correctamente.
Para lograrlo debemos seguir los pasos a continuación:
Suculentas etioladas:
Paso 1
Corta la suculenta desde el tallo, dejando un espacio de 5 a 7 cm de largo, debes hacerlo con una tijera o un cúter que tenga un buen filo para que pueda ser un corte limpio. Antes de hacer el corte, siempre debes desinfectar estos utensilios para evitar una infección.
Paso 2:
Lo más probable es que tengas que quitar algunas de las hojas del tallo para que éste pueda quedar libre y posteriormente poder transplantarla.
Paso 3:
Después del corte, debes dejar cicatrizar la herida aproximadamente 2 días, hasta qe aparezca un callito en su lugar. No debe estar expuesto al sol directo, porque puede quemar nuestra plantita. Después del corte, debes colocar canela molida o azufre para evitar que la herida se infecte o se contamine.
Paso 4:
Una vez que la herida esté seca y haya aparecido un callo en la herida, procederemos a trasplantar la roseta en una maceta, usando la tierra para suculenta para que tenga un mayor drenaje del agua.
Paso 5:
El último paso es que no debes regar a planta por lo menos en dos semanas, para que esta pueda echar raíces. Luego de este tiempo podrás empezar a regarla como de costumbre esperando a que la tierra esté completamente seca.
Al tallo de las suculenta de dónde cortamos la roseta, Igual debes aplicar la canela o el azufre para evitar la infección de la herida y dejarla sembrada para que pueda nacer nuevos brotes en el tallo.
Espero haberte podido ayudar con este problema tan común en nuestras plantitas. Si deseas aprender de cualquier otro tema por favor deja tu comentario lo compartiré en un próximo artículo.